Asesoramiento familiar

¿En qué momento la familia empieza a ir de la mano del proceso psicoterapéutico de su hijo/a?

La respuesta es sencilla y clara: desde el primer contacto en el cual empezamos a trabajar con vuestros hijos. Además, no se termina hasta que la relación psicoterapéutica se de por finalizada.

Cuando hablamos de familia, nos referimos a un sistema formado por creencias, vínculos, relaciones, roles, dinámicas, un proyecto de vida en común…, en el cual, por más que atendamos a tu hijo/a, es necesario generar un compromiso de unidad desde el primer momento de la intervención.

Vamos a aprender a crear vínculos afectivos seguros, una crianza respetuosa basada en la empatía, la escucha, el comprender al otro, dejar hacer, descubrir y reconocer las necesidades del núcleo familiar y por supuesto, identificar tanto las capacidades como puntos débiles a remover y mejorar.

Cualquier intervención y/o acompañamiento psicoterapéutico (logopedia, psicología, psicopedagogía clínica,…) nace desde el compromiso. Sin vosotros, no hay intervención posible destinada a la evolución personal de vuestro hijo.

Acompañaros desde esta vertiente, os va a dar la oportunidad de establecer un vínculo con vuestro profesional de referencia y tener vuestro espacio personal para profundizar sobre cualquier preocupación que os interfiera en vuestro día a día. Mantener sesiones familiares en períodos regulares, os aportará el beneficio de buscar, encontrar y conocer distintas pautas familiares que se adapten a vuestro contexto personal y familiar, respetando vuestros estilos educacionales.

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